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En la presentación del estudio “Seguridad y confiabilidad energética en Colombia (2010 – 2026)”, el contralor delegado de Minas y Energía, Germán Castro, destacó la creciente preocupación por el licenciamiento ambiental y las consultas previas, señalándolos como los principales cuellos de botella en el desarrollo de proyectos energéticos en el país.
“Esta es una situación común a todos los subsectores energéticos y debe ser abordada con prioridad, ya que está dilatando el tiempo de ejecución de proyectos que son vitales para garantizar la seguridad energética”, afirmó Castro Ferreira. Un caso específico al que se refirió es la suspensión de términos del licenciamiento ambiental del proyecto Komodo 1 en el Caribe, ordenada por la ANLA que, aseguró, causará un retraso de más de un año. (Lea: Contraloría evidenció que condiciones alimentarias en las prisiones ponen en riesgo la salud de la población carcelaria)
Por su parte, el contralor General de la República, Carlos Hernán Rodríguez, reconoció la preocupación por el impacto ambiental, pero subrayó que siempre habrá algún tipo de riesgo. Rodríguez cuestionó si el país debe seguir pagando millonarias indemnizaciones por obras no realizadas debido a estos cuellos de botella.
De otro lado, el ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, advirtió que “el licenciamiento ambiental no puede convertirse en un obstáculo para proyectos que nos van a liberar de emisiones”. Mientras tanto, Mauricio Cabrera, viceministro de Políticas y Normalización Ambiental, resaltó la necesidad de mejorar la calidad de los estudios presentados a la ANLA para evitar rechazos. (Lea: Contraloría evidenció graves fallas en la gestión de la SAE)
En el marco del foro “Seguridad Energética: Verdades y Retos”, el vicecontralor, Carlos Mario Zuluaga, hizo un llamado a crear puntos de encuentro para resolver los desafíos actuales, enfatizando que estos espacios de diálogo son cruciales para el avance en la transición energética en Colombia.
Tomado de Ambito Jurídico.